LA NOCHE DE REYES.
Los tres Reyes Magos llegaron a casa muy, muy tarde, casi de dÃa.
La noche habÃa sido muy larga y sus pies estaban doloridos. Se quitaron sus
lujosas vestimentas y tras, lavarse los dientes, se pusieron las pijamas
rápidamente para que no les llegará el frÃo de la noche.
Los tres Magos dormÃan juntos en una habitación muy especial de tres camas.
Melchor fue el primero que se metió en la cama, después fue Gaspar, con su
pijama de rayas, y por último Baltasar.
Melchor apagó la luz y, en la oscuridad de la noche y con voz muy seria y grave,
les susurró a sus hermanos:
- Recordar: aunque oigáis ruidos, no se les ocurra levantarse…
Cuando el sol de la mañana los despertó, Baltasar pegó un salto de su cama y
corrió a despertar a los otros dos Magos. La habitación estaba llena de sonrisas
de agradecimiento de todos los niños del mundo envueltas en papel de colores.
Los tres Magos se pasaron el dÃa abriendo cada una de las sonrisas y dando
gracias por ser tan afortunados. Ellos sabÃan que el mejor regalo nunca se
compra con dinero.
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